Período de adaptación
Antes de empezar el cole
- Tenéis mucha información, de forma directa en nuestras oficinas o a través de la página web donde está toda la información de las Escuelas Infantiles.
- En Julio una charla, solo padres nuevos (según citación)
- En Septiembre reunión padres nuevos y renovaciones (según citación)
- Una entrevista individual, días antes de empezar. Preguntar todas vuestras dudas, siempre.
Recordad que nos dejáis lo que mas queréis: “Vuestros hijos/as”.
Cómo ayudar al niño semanas antes de empezar
Podeís intentar que ya no tome pecho a demanda y cada vez que llora.
A media mañana sustituir el pecho por alguna fruta, yogurt, un biberón, …
Que no duerma todas las veces con el pecho, no entiende, de golpe, que se tiene que dormir sin su “teta”, solos en la cunita, mas, si no usan chupete.
Dejarlo algunos ratos con otros adultos, familiares o amigos. Así le ayudamos a establecer relaciones con otras personas..
Cuánto puede durar
Días de acompañamiento durante 6 días mínimo (1 h) y dependiendo de la disponibilidad de cada familia, o el tiempo que necesite el niñ@. A partir del 3er día ya os saldréis algún rato del aula, según os indique la educadora.
La postura del acompañante será siempre sentado en su silla y sin intervenir en actuaciones de los niños/as.
Si alguna familia decide no participar en este acompañamiento, por una causa justificada, el niñ@ hará su periodo de adaptación, asistiendo en uno de los grupos y el tiempo recomendado por la educadora.
Cuando ya se quedan solos en el aula
Llorar, pueden llorar… Pero el niño/a ya ha creado un vínculo afectivo con la educadora durante esos primeros días de acompañamiento.
Cuando el niño ya se queda, despedida relajada, sin prisas y siguiendo algunos rituales (dejar desayuno, saludar a la educadora,…).
No se puede entrar al aula, la educadora lo recoge y lo entrega en la puerta del aula.
El período de adaptación
El periodo de adaptación a la Escuela Infantil supone un cambio en la vida del/de la niño/a, ya que tiene “su lugar” dentro del ambiente familiar, que le hace sentirse seguro/a. Y ahora entra a un espacio nuevo y desconocido.
El vínculo afectivo es una necesidad humana en esta primera edad, además de otras necesidades básicas como el alimento o la higiene.
A estas edades los/as niños/ no disponen de mecanismos suficientes, ni capacidad para entender qué sucede, ni dónde están cuando entran a espacios nuevos y con personas desconocidas.
El proceso de adaptación puede generar distintos cambios en el niñ@:
– Mayor dependencia afectiva de los padres.
– Cambios en la alimentación, en el sueño, algún retroceso en comportamientos ya superados…
– Disminución de la actividad, o aumento de ésta, alguna conducta agresiva, mayor dependencia…
– Otros viven estos primeros días como si nada (por la novedad), tantas cosas atractivas les invita a jugar. A veces es después, a los varios días cuando empiezan a llorar.
– Los sentimientos de como vive la familia esta separación, los temores, la inseguridad en el paso que han dado, la preocupación… se transmite directamente a los pequeños.
– El éxito de este periodo depende de la confianza que los padres tengan en la Escuela y en sus educadoras.
Cómo podemos ayudar al niño en este proceso
INVITAMOS a las familias a participar directamente en la escuela para que vivan este proceso de separación. Vuestra colaboración va a ser muy importante.
Respetando las necesidades de los niños/as, y desde la seguridad que les proporciona su acompañante, empezarán a crear nuevos vínculos.
A las familias, también os da seguridad y tranquilidad saber cómo, dónde y con quién dejáis vuestros pequeños/as.
Para el/la niño/a es un proceso vivencial, personal y propio. Familias y educadoras tendrán un papel de acompañamiento.
La actitud de la familia es importante. Si lo tiene abrazado o entre las piernas, le está transmitiendo que no se vaya de su lado.
Es el/la niño/a el/la que decide cuando separarse de “su persona de referencia”, el/la que toma sus decisiones y el ritmo de separación.
Puede traer de casa algún objeto de apego: peluche, chupete, mantita,..
Durante este periodo está prohibido el uso del móvil, comentarios fuera de contexto, hablar en voz alta, hacer fotos o vídeos del proceso. El niño/a debe observar una buena relación entre familia y educadoras.
Nuestra atención está centrada en el niño/a.
Las familias
Los/as niños/as estarán acompañados por una persona de apego y confianza durante los primeros días de permanencia en la escuela (1 h.). Es conveniente que sea el mismo adulto estos días (pero no imprescindible).
El objetivo es la exploración por parte niño del nuevo espacio y los materiales. Ir creando vínculos poco a poco con la educadora. Estando su persona de referencia cerca.
Esos días los acompañantes deberán quedarse sentados en una zona reservada para ellos cercana a la puerta. Donde permanecerán todo el tiempo con el fin de que el/la niño/a tenga un referente.
Al cabo del tercer día (aprox.) la educadora invitará a salir del aula a cada persona de referencia, no todos a la vez. Dejarán en la silla algo conocido por el/la niño/a (chaqueta, bolso,…) y le dirán que van a salir (al aseo, a comprar el pan,…).
A los 5 minutos volverá a entrar, se sentará y acogerá al/a la niño/a, dándole seguridad y confianza. Así progresivamente iremos ampliando el tiempo.
Dispondremos de un espacio, para que los acompañantes puedan estar durante este tiempo fuera del aula. Desde donde no le vea el niño/a.
Las educadoras
La educadora organizará el aula con distintos materiales antes de que lleguen los /as niños/as y su familias. La finalidad es que al entrar los pequeños se animen a explorar los espacios del aula y utilizar los materiales.
Durante el primer día la educadora tiene un papel de facilitadora y mediadora, transmitiendo seguridad y confianza a las familias y sus niños/as. Es guía y acompañante.
La educadora estará sentada en un espacio de forma estable, con una actitud de disponibilidad corporal. Sentada a baja altura (alfombra, suelo, sillita infantil) y relajada. Su actitud será de espera para que sean los niños los que se acerquen a ella.
El momento decisivo va a ser la aceptación de las relaciones con la educadora. Cuando los niños/as la acepten como una interlocutora de sus juegos, cuando acepten su ayuda ante las pequeñas dificultades, la educadora va a pasar a ser su figura de referencia, a crear vínculos seguros.
En estos días la educadora va conociendo a los niños/as, observando: si le gusta que se le coja en brazos, que juegue con él/ella, con qué le gusta jugar, con quien juega, que cosas elige, como reacciona según quien se le acerque…
Igualmente al alcance de la educadora habrá algunos materiales que sirvan como mediadores entre ambos: cuentos, marionetas, elementos musicales, pañuelos, agua…